27.12.05

Tele Series

Va por épocas, pero va.
De vez en cuando me engancho en alguna serie, y trato de llegar a tiempo para verla, me mantengo informada de lo que pasa si no la puedo seguir... y llega un día en que me doy cuenta de que ya no me gusta.
Luego están aquéllas que te suenan de blogs, de inten·né, de que dicen que son buenas, de parodias varias, y al final decides ponerte a verlas y te das cuenta cuando está acabando la temporada de que es verdad que valía la pena. Que hubiera valido la pena verla, vamos.
La Fox, en uno de sus conatos de Plan de Dominación Mundial (PDM), programó el día de Navidad, ese día anti-friki por excelencia porque si no apareces entre la familia ya te cortan los cables de todo cacharro enchufable a la redonda, programó -digo- una maratón de 24 horas de Lost.
He leído mucho sobre la serie, tanto que aunque de vez en cuando he pillado por casualidad algún episodio a medias, he preferido no verlo para poder "Ver Lost De Verdad" -en DVD o cuando lo reemitieran. Creo que en parte me enganchó toda la parafernalia acerca de Lost y los números que iba descubriendo a través de Microsiervos... Disculpad el exceso de links, pero mi aproximación al mundo de Lost era así, a base de leer y leer y viajar por enlaces y... como una adolescente español que quería ser yeyé en los sesenta, o como un rockero afgano al que le llegan noticias y ecos del extranjero.
Y de pronto programan la primera temporada ininiterrumpida, y un maratón de 24 horas ante la pantalla en mi casa y un día no laborable sería extraño pero no imposible. Pero. Era. En. Navidad.
Lo intenté. Incluso aunque mi madre, devoradora de libros y películas sci-fi, aunque hace años que se ríe cuando ve que programan una película clásica que supere los ocho años de antigüedad, a menos que sea de la Hammer -Aquí nos ponemos todos de pie en señal de mudo respeto y admiración- dijera un 'Ah, buf, ésa no me gusta' en cambio mi hermana dijo que le interesaba verla y allí se decidió la cosa.
Claro. Verla en familia. Mi hermana, mi cuñado y mi primo bebiendo birras y hablando sin parar. No podía subir el volumen del televisor porque se quejaba el resto de al familia. Yo casi encima del tv para escuchar el diálogo. Imposible enterarse de lo que dicen, seguir el hilo como a mí me gusta, meterme en la serie. Ya ni hablemos de intentar hallar referencias a los números. Al cabo de dos horas se marcha mi primo y al rato los demás. Bien, sigo viendo Y ESCUCHANDO la serie. Mola. ja. Vuelve mi madre y apaga el televisor. A preparar los regalos alrededor del árbol y a dormir, chata.
Al día siguiente en varias ocasiones mi hermana se pregunta si sigue Lost en la Fox (se ve que el concepto de "maratón-de-24-horas" es complejo) y logramos ver a cachos más partes de episodios. Desisto. Prefiero no coger una úlcera. Me gusta. Whishlist al canto ;-)
Seguiré viendo CSI y Xfiles, en casita y a solas, y de Lost he perdido (jeje) el hilo y la paciencia así que haré en algún momento un PlanTwinPeaks: revisionarlo todo de golpe, que ahora es más normal que en aquella época...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me tiene enganchadísimo, me veo todos los traileres y no he conseguido ver ningún capítulo.
Lo paso fatal.
¿porqué las madres (y aquí incluyo a mi esposa) no comprenden nuestros "momentos friskis"?

Okok dijo...

:( No sé.

Mi gen maternal no me hace joderle al crío las series y los coleccionables, el blog... Igual me debería imponer más y Ser Una Madre, pero si me quejo cuando todavía me coharta el frikismo mi madre a mí, ¿qué le voy a decir al angelico?

A ver quién lo logra ver antes ;-)